Esta es la historia de Brenda Quevedo Cruz, acusada de un crimen que no existió. Durante los trece años que lleva en prisión ha sido víctima de brutales torturas para obligarla a confesar un delito que no cometió. DW En 2005 Brenda Quevedo Cruz tenía 24 años cuando fue acusada de un crimen que no existió junto con Jacobo Tagle Dobin, Juana Hilda González Lomelí, César Freyre Morales, así como Alberto y Tony Castillo Cruz. María Isabel Miranda los acusó de supuestamente haber secuestrado y asesinado a su hijo Hugo Alberto Wallace. En México la “señora Wallace” se hizo pasar durante años como paladín de la lucha contra la impunidad. Ha dado decenas de entrevistas contando como ella sola resolvió el caso del supuesto homicidio de su hijo. Fue ella misma quien capturó a los supuestos responsables, y fue ella misma quien obligó a las autoridades a detenerlos. Según esta mujer, su hijo fue secuestrado por Brenda y las otras cinco personas en julio de 2005. Habría sido llevado a un pequeñís