Articulo de Martin Moreno, autor del libro "El Caso Wallace"
Caso Wallace: los enredos de Proceso
“Una mala persona nunca podrá ser un buen periodista”: Kapuscinski.
+Manipulada, imprecisa, su información sobre Hugo
+El fondo: que se perdone a secuestradores
Cuando en el periodismo se mutila información con dolo, manipulándola para algún fin ajeno a buscar la veracidad sobre un caso, nuestra misión se pervierte y se envilece. Una cosa es el error entendible –nadie está exento de ello-y otra, muy diferente, es la ruindad deliberada.
Y la portada de la revista Proceso (1961) de esta semana – la más lamentable, triste y desafortunada de su historia-, nos pone un ejemplo rotundo de cómo no hacer periodismo: con versiones incompletas y amañadas; de cómo se puede corromper el oficio más bello del mundo: con suposiciones dolosas sobre la muerte de Hugo Alberto Wallace Miranda, declarada, detallada, narrada y confirmada por sus propios secuestradores y verdugos; de cómo utilizar al periodismo para propósitos oscuros: que secuestradores y asesinos no sean juzgados y castigados.
Así actuó Proceso esta semana. Su portada: “El Caso Wallace da un vuelco. Nuevas pruebas documentales ponen en duda incluso que Hugo Alberto, el hijo de la señora Wallace, realmente haya muerto” –cabeza tan inexacta como la propia información de su reportera Anabel Hernández-, pretende sembrar dudas sobre la muerte de Hugo Wallace.
Primera imprecisión: no son “nuevas pruebas”. Siempre han estado en el expediente del caso.[falso, el acta de nacimiento presentado por Proceso fue tramitado el 14 de junio y fue incluido en el expediente a los pocos días. ]
Proceso cometió una cadena de infortunios con el Caso Wallace. Errores – llamémoslos así por el momento-, que otro medio, bajo un mínimo de rigor periodístico, simplemente no hubiera publicado o le hubiera dado otro manejo informativo.
Con el Caso Wallace, la revista Proceso una de tres: o aceptó manipular deliberadamente la información, ignorando aquello que los desmintiera; o sus editores han entrado en decadencia periodística, arrastrando con ella a la revista, o se han convertido en un medio cuyos contenidos comienzan a no ser confiables. O tal vez una mezcla de las tres.
Como periodista, escribo hoy sobre este asunto por una razón de ética profesional: soy el autor del libro “El Caso Wallace”. Hasta cierto punto me siento con la responsabilidad periodística de aclarar algunos detalles hoy tergiversados en Proceso.
Siempre he visto y leído a Proceso como un medio necesario. Lo he dicho: Julio Scherer es el periodista más importante de México. Hoy, Scherer ya no está en Proceso. ¿Hubiera publicado Julio Scherer la portada sobre El Caso Wallace?
Proceso tiene una pluma y una libertad ganada. Yo también las tengo. Y ganadas en buena lid.
*****
1) Redacta la reportera Hernández, en Proceso, que del celular de Hugo Alberto Wallace Miranda entró una llamada al número 55-54-56-30-24, el uno de noviembre de 2005. (Hugo fue secuestrado el 11 de julio de ese año), insinuando así que Hugo estuviera vivo. Esta información es inexacta. ¿Por qué?
[Segun dice Proceso y según las declaraciones, 4 personas, entre las cuales la sirvienta de Hugo y la ex-novia de Hugo reconocieron la voz de Hugo]
Primero: porque la llamada se recibe el 30 de septiembre de 2005 [falso, en el expediente no viene ninguna llamada hecha el 30 de septiembre, sólo se habla de tres llamadas : la primera deloctubre 2005, la segunda del 1 de noviembre del 2005, la llamada de Hugo, y una tercera llamada del 30 de noviembre del 2005]], y no un mes después. ¿Y por qué está incluida en el expediente del Caso Wallace? [está incluida, ver declaración del señor Sepúlveda]
Pues porque la propia Isabel Miranda de Wallace, madre de Hugo, fue la que denunció, ante la PGR, que se hizo una llamada el 30 de septiembre desde el celular de su hijo. Isabel –como la mayoría de los familiares de personas secuestradas-, siguió pagando el celular de su hijo para detectar –como así ocurrió-, cualquier llamada que se realizara después del plagio y así tener alguna pista. ¿Si realmente estuviera vivo Hugo, habría denunciado Isabel ésta llamada? Por supuesto que no.
Aquí la prueba. Recurro a la Averiguación Previa PGR/SIEDO/UEIS/146/2005. Petición dirigida por Isabel Miranda Torres (madre de Hugo Alberto) a la Agencia del MP de la Federación:
“Con fecha del 26 de octubre del año en curso, presento escrito, ante esta representación social, donde manifesté que usaron [no dice cuando] el equipo telefónico Telcel con número 0445591972269 que pertenece a mi hijo Hugo Alberto Wallace Miranda, y desde dicho equipo llamaron al teléfono número 0445554563024, y al respecto quiero ampliar que el dueño del teléfono según me informaron en la compañía telefónica pertenece al señor José García Sepúlveda, con domicilio en Retorno 23 de Cecilio Robelo, número 50, colonia Jardín Balbuena, delegación Venustiano Carranza, en México DF…
[Cómo puede la Señora Isabel Miranda de Wallace decir - el 26 de octubre del 2005, que llamaron del célular de su hijo cuando el Sr Sepulveda dice que recibio la llamada - al parecer de Hugo] el 1 de noviembre del 2005?]
“Asimismo, solicitó se tomen de inmediato las medidas de apremio que marca la ley para el efecto de que se asegure a esta persona, ya que es muy importante en la presente indagatoria. México D.F. 1 de noviembre de 2005”.[no se puede que haya indagatoria el 1 de noviembre ya que es el primero de noviembre que el Sr Sepulveda recibio la llamada de Hugo]
Hasta aquí el escrito.
Segundo: ¿Qué dijo en su declaración ministerial, respecto a esa llamada, José García Sepúlveda? Textual:
“No recuerdo quién me hizo esa llamada (del número de Hugo Alberto) pero regularmente siempre me llaman personas conocidas…
FALSO : el Sr Sepulveda dijo
“Quiero señalar que hace aproximadamente un mes, sin recordar la fecha ni la hora, recibí una llamada de un número que no conozco y no recuerdo, pero seguramente en el detalle de llamadas aparece, en la cual la voz de una mujer me dijo: éste es el teléfono de Walas (sic), a lo que manifesté que no. Enseguida me dijo: usted lo conoce, trabaja para él, y respondí a la mujer que yo no conocía al tal Walas, y que ese teléfono era mío, y que mi nombre era José García Sepúlveda. Enseguida la mujer colgó…como que se molestó porque le dije que no conocía a Walas…
“Otra llamada rara que recibí fue el día uno de noviembre de dos mil cinco, a las 3:28 horas, llamada que no contesté pero me dejaron un mensaje que decía: Qué onda, mira, ando hasta la madre güey, ya sé que te fallé ´pero me vale verga. ¿Qué? Aquí puto…qué onda güey. Mírame, aquí pisteando güey. ¿Sabes qué güey, sabes quién me jugó…?, y se corta la llamada. El número de donde me marcaron es el 5552081512, número que no conozco y tampoco conozco la voz de la persona que habló…”.
Hasta aquí parte de la declaración de García Sepúlveda.
En el texto de Proceso, Hernández asegura que del celular de Hugo Alberto se hizo la llamada con el mensaje arriba citado (el de las groserías). Esto es mentira. ¿Por qué? Como ya lo leímos líneas arriba, el mensaje provenía del celular 55-52-08-15-12, según lo declaró ministerialmente García Sepúlveda porque así quedó registrado en su celular. El celular de Hugo era el 5591972269, como fue declarado ante las autoridades.[Martin Moreno NO dice que Hugo tenía dos celulares] Ver declaraciones de la ex-novia de Jacobo y de su sirvienta
¡Qué curioso! La reportera no vio ni leyó u omitió, en todo caso, que García Sepúlveda, apenas dos líneas después de la frase que ella publica en Proceso, daba a conocer el número del celular del cual provenía dicho mensaje, el cual, por supuesto, no correspondía al de Hugo Alberto Wallace.[porque era del segundo celular de Hugo Wallace]
Información mutilada. Y manipulada.
*****
Otra “prueba” que maneja la reportera Hernández en Proceso, es que Hugo Alberto Wallace Miranda tiene dos actas de nacimiento: una con su nombre, y otra bajo el nombre de “Hugo Alberto Miranda Torres”. ¿Y? Aún en caso de que fueran documentos oficiales, no se comprueba que ambos documentos correspondan a la misma persona. Son dos nombres diferentes. Es de primer año.[entonces quién es Hugo Miranda Torres ?]
Aún más: en los CURP publicados en la revista, aparece el de “Hugo Alberto Wallace Miranda” (nombre real de la persona secuestrada y asesinada), y otro de “Hugo Alberto Miranda Torres”. En este segundo CURP, en la parte inferior derecha, aparece la siguiente leyenda: “Existe una posible inconsistencia en esta CURP, verifíquela…”. [Anabel Hernandez hablo de eso, ver articulo de Proceso]
¿Tampoco vio la reportera este aviso?
Lo cierto es que aun existiendo dos actas de nacimiento de la misma persona – no es el del caso que nos ocupa porque no está comprobado-, eso no significa que Hugo Alberto no haya sido plagiado y ultimado por sus secuestradores. O que equivalga a que está vivo.
Y eso lo deberían saber ya los editores de Proceso. Lástima.
*****
¿Cómo se ha pretendido ensuciar y contaminar el secuestro y crimen de Hugo Alberto Wallace Miranda? Con embustes. Bajo presiones directas a involucrados.
Cuando Juana Hilda González Lomelí –integrante de la banda de secuestradores de Hugo-, confesó –su video está en las redes-, cómo secuestraron y asesinaron a Hugo Alberto, su defensa reclamó que Juana Hilda había sido torturada. Jamás lo comprobaron.
Cuando Brenda Quevedo Cruz –otra de las integrantes de la banda-, fue capturada, también se dijo que había sido torturada. Nunca fue comprobado.[si, existe una prueba, aqui está:
¿Qué calidad moral pueden tener Brenda Quevedo (secuestradora sometida a juicio legal) [no se puede afirmar que Brenda sea una secuestradora ya que aun no ha sido juzgada ni sentenciada] o las personas que la rodean y que aconsejan a los involucrados en El Caso Wallace, de una u otra forma, para que a la primera oportunidad digan que fueron torturados?
Leamos ahora parte de la declaración ministerial de Edith Nava Sánchez, ex esposa de Jacobo Tagle Dobín, uno más de los integrantes de la banda de secuestradores, cuando se reunió con quien ella identifica como “la mamá de Brenda Quevedo Cruz”.
Aquí sus palabras incluidas en la AP PGR/SIEDO/UEIS/575/2010:
“Llegando como a las 2 o a las 3 de la tarde, estaba presente la mamá de Brenda Quevedo Cruz y un periodista de la revista proceso, no lo conozco, pero si lo veo por fotografía sí lo reconozco. Me di cuenta que la mamá de Brenda fue quien armó todo eso…y comenzó a decirme que no cayera en el juego, que no estuviera en la cárcel gente inocente, que tenía que cooperar con ellos porque Jacobo era mi esposo y el padre de mi hijo y que Brenda era una persona que jamás había hecho algo malo y que los estaban inculpando por algo que no habían hecho. Recuerdo que el periodista se llama Jorge Carrasco, quien me seguía diciendo que no tuviera miedo de ayudar a Jacobo, diciéndome que sólo tenía que decir que me habían obligado a decir todo lo que había dicho, eso me lo dijo la mamá de Brenda, dándome cuenta que quizá el periodista estaba grabando porque había dejado en la mesa un aparatito negro, y querían que dijera que todo lo que había dicho aquí, lo había dicho mediante tortura pero esto no sucedió, a mí no me torturaron, me decían que me habían pegado papeles en el escritorio para que yo dijera todo lo que tenía que declarar pero eso no es cierto…”.
En su declaración ministerial, Edith revela parte de lo que Jacobo Tagle le comentaba sobre los plagios de la banda:[Edith Nava está amenazada por la Sra Wallace]
“…le cortamos la oreja a un puto de la Zona Rosa y se la enviamos a su familia, después de escuchar eso yo empecé a alejarme de él ya que se ponía a contar cómo se llevaban a cabo el secuestro del hijo de la señora Wallace diciendo que nunca lo van a encontrar porque él y César se habían encargado bien de deshacerse de él; también se pone a contar de cómo fue que secuestraron al señor del lote de autos; también dijo que de un señor que secuestraron un BMW él fue quien se encargó de ir por el dinero en una moto; también en una ocasión me contó que habían secuestrado a un niño, por lo que después de este tipo de comentarios me fui alejando…”.
Hasta aquí la declaración de Edith.
Los secuestros confesados.
Por eso no se encuentra el cuerpo de Hugo Alberto: porque, como dice Jacobo, él y César (Freyré) se “habían encargado bien de deshacerse de él”.
*****
En mi calidad de autor del libro “El Caso Wallace”, fui demandado, junto con la Editorial Santillana/Aguilar, por Paciana Cruz –madre de Brenda Quevedo Cruz-, por el presunto delito de daño moral. La denuncia fue desechada por el Juez y por la Corte. ¿Qué quería Paciana? Dinero. Pedían diez millones de pesos.
Aquí algunas –tan sólo algunas-, de las precisiones sobre El Caso Wallace. Del secuestro y muerte del ciudadano Hugo Alberto Wallace Miranda a manos de la banda de secuestradores integrado por César Freyré, Juana Hilda González Lomelí, los hermanos Castillo Cruz (ya sentenciados), Brenda Quevedo Cruz y Jacobo Tagle Dobín.
¿Cuál es la intención de fondo al querer ensuciar el proceso legal sobre El Caso Wallace? Presionar al Juez que lleva el caso. Influir en él. Sembrar dudas sin comprobar. Convertir a Brenda Quevedo en la Florence Cassez mexicana.[otra vez con Florence Cassez…para seguir manipulando a la gente]
Que lo sigan haciendo, aunque tendrán que armarse de mucha paciencia: las sentencias contra Brenda y Jacobo son como un viaje en ferrocarril: hay varias paradas, pero la estación final es inevitable y tiene un destino: la cárcel de por vida. [O la libertad…]
Lo veremos.
Twitter: @_martinmoreno
Fin del articulo
A continuación vamos a estudiar las declaraciones del expediente para ver si Martin Moreno dice la verdad :
Fin del articulo
A continuación vamos a estudiar las declaraciones del expediente para ver si Martin Moreno dice la verdad :
Declaración de José García Sepúlveda
36.- Declaración de diez de noviembre de
dos mil cinco, ante el Ministerio Público de la Federación, de José García
Sepúlveda, donde señaló: recibió una llamada telefónica a su
celular número 0445554563024, conservando ese número desde que lo adquirió, que
él únicamente lo utiliza, que en relación a la llamada telefónica de treinta de septiembre de dos mil
cinco, no recordó quién la haya hecho, pero regularmente le llamaban
personas conocidas; que hace
aproximadamente un mes recibió la llamada de un número desconocido siendo la
voz de una mujer que le preguntó sí el teléfono era de Wallace,
que le dijo que no, preguntándole que si lo conocía o trabajaba para él, que le
dijo que no conocía a Wallace, que el teléfono era de él, que su nombre
era José García Sepúlveda; posteriormente, el uno de noviembre de dos mil cinco, a las tres horas con veintiocho
minutos, le dejaron un mensaje en el teléfono que decía “que onda, mira ando hasta la
madre güey, ya se que te fallé pero me vale verga, que, aquí puto, qué onda
güey, mírame aquí pistiendo güey, me vale verga, sabes que güey, sabes quién me
jugó”,
cortándose la llamada, el número de donde marcaron era el 55 52 08 15 12,
número que no conoció, tampoco conoció la voz de la persona que habló, el
mensaje era como sí la persona estuviera hablando con otra, porque incluso se
escuchó que esperaba que le contestaran, pero la voz del interlocutor no se
escuchaba, por lo que consideraba que estaba hablando con otra persona. A
preguntas del Fiscal de la Federación, dijo que trabaja para Mexicana de
Aviación desde mil novecientos noventa y siete ó noventa y ocho; que su correo
electrónico es “pgsepúlvedas@yahoo.com”, que creó hacía aproximadamente quince días,
que lo usa para cuestiones personales y para comunicarse con unos amigos de
Chicago. En nueva comparecencia de
fecha quince de
noviembre de dos mil cinco, ante el agente del Ministerio Público de la
Federación, José García Sepúlveda, exhibió formatos de detalles de llamadas de su
teléfono celular número 0445554563024,
correspondiente a los días
dos de septiembre al tres de noviembre de dos mil cinco; la factura del
teléfono, original del contrato con número de folio 04653 de veintiocho de enero de dos mil cinco,
copia de la factura número A
406373, de quince de julio de dos mil cinco, original de la factura
número de folio 901-2995892
de quince de julio de dos mil cinco. Por su parte, en fecha del veintitrés de noviembre de dos mil cinco, ante
el agente del Ministerio Público de la Federación, José García Sepúlveda ratificó el contenido de sus
deposados ministeriales de diez y quince de noviembre de dos mil cinco, y
agregó: el treinta de noviembre de dos mil cinco, recibió una llamada de una persona
del sexo femenino preguntándole ésta sí conocía a una persona de nombre Wallace o que sí trabajaba para éste,
contestándole que no. Finalmente, en fecha quince de junio de dos mil seis, ante esa potestad ratificó sus
anteriores declaraciones y reconoció como suyas las firmas que obran en las
mismas; a preguntas que le formuló la entonces
defensa particular de mi representada, previa calificación, contestó: “A LA PRIMERA Que diga el testigo, si recuerda cómo era la audición de la llamada
que recibió el primero de noviembre de dos mil cinco. Calificada de legal contestó: el tono de voz era de un hombre, con
voz “como ronca”, era un mensaje correo de voz, y no recuerda si se escuchaba
ruido, tampoco recuerda si era claro. A
LA SEGUNDA Que diga el testigo, si sabe si se le practicó alguna prueba
pericial a su celular. Calificada de
legal contestó: lo desconoce. A LA
TERCERA Que diga el testigo, si sabe qué pasó con su teléfono después de
que lo dejó a disposición de la autoridad. Calificada
de legal contestó: se lo devolvieron, casi dos o tres semanas después, no
lo recuerda muy bien”. A las preguntas que le formuló el agente del
Ministerio Público de la Federación, el testigo contestó: “A LA PRIMERA Que diga el testigo, si conoce al señor César Freyre Morales o José Antonio
Hernández Lozano. Calificada de
legal contestó: no lo conoce”. Al interrogatorio del representante
común de la coadyuvancia del agente del Ministerio Público de la Federación,
respondió: “A LA PRIMERA Que diga el
testigo, dónde estudio la carrera de derecho. Calificada de legal contestó: “UNITEC”, hasta el segundo
cuatrimestre”.
Analisis declaración Sepúlveda
n¨ factura 901-2995892
n° contrato : 04653
“que onda, mira ando hasta la madre güey, ya se que te fallé pero me vale verga, que, aquí puto, qué onda güey, mírame aquí pistiendo güey, me vale verga, sabes que güey, sabes quién me jugó”
Según la sirvienta de Hugo era su forma de expresarse
llamada del célular 55 52 08 15 12 atribuido a Hugo Wallace
« como si la persona estaba hablando con otra persona, el interlocutor no se escuchaba »
« Tono de voz de un hombre, voz ronca, mensaje correo de voz »
Nueva comparecencia del 15/11/2005
José Garcia Sepulveda mostró factura con el detalle de llamadas de su teléfono célular correspondientes al periodo del 2 /09/2005 al 03/11/2005
Analisis de la declaración de Isabel Miranda de Wallace en cuanto a la llamada recibida por el Sr Señor Sepulveda
http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=415840&idFC=2014
INTERESANTE : entonces su hijo SI estaba vivo el 1 de noviembre 2005
Wallace : « …cuando a mi hijo lo secuestran »
FALSO, la llamada la recibio Sepúlveda el 1 de noviembre, Hugo fue secuestrado el 15 de julio.NO CORRESPONDE con la declaración del Sr Sepulveda.
Wallace : « Yo segui pagando la línea durante un año » poco creible ya que el Sr Sepulveda activo la linea en enero del 2005.
Wallace : « Esta llamada que sale del teléfono de mi hijo hacía este teléfono, yo fui la primera que lo denuncie »
Wallace : « Esta llamada me la hicieron del teléfono 5552-081512 »
Según Isabel Miranda de Wallace, el Sr Sepulveda dice que la llamada se la hicieron del tel 5552-081512 n° diferente del de su hijo
Lo que no dice la Sra Wallace es que su hijo tenía dos célulares
Declaración de Vanessa Barcenas Diaz del 15/11/2005
« …además HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, acostumbraba hablar por dos teléfonos a la vez; HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA acostumbra traer consigo dos teléfonos celulares…”.
Acostumbraba traer consigo 2 teléfonos celulares
Porqué Miranda de Wallace no dice que Hugo Alberto traía dos celulares ?? Lo que es muy común para un empresario. Muchos empresarios tienen a veces hasta 4 o 5 celulares..
Declaración de Isabel Neri Lujano, Sirvienta de Hugo
A Wallace
Declaración de catorce de noviembre de dos mil cinco, ante el agente
del Ministerio Público de la Federación, de Isabel Neri Lujano, quien
señaló: “que trabajó con Hugo Alberto
Wallace Miranda, a principios del mes de junio de dos mil cinco, siendo sus
funciones de hacer la comida, limpieza y todo lo que le ordenara Hugo, con un horario de diez a las
veinte horas, de lunes a viernes, los sábados su salida era entre las
diecisiete o dieciocho horas, que el último día que vio a Hugo, fue el lunes
once de julio de dos mil cinco, quien ese
día discutió con “El Chaparro”, quien era su chofer, que durante la cena
escuchó que Hugo recibió una llamada telefónica, después éste se retiró a su
recámara, como media hora después, escuchó que abrieron la puerta principal de
la casa escuchó que se retiró un vehículo, que se comunicó con el vigilante
quien le dijo que “el jefe” se
había ido e inmediatamente le había llamado al celular para encargarle su casa;
que al siguiente día el vigilante le dijo que la señora Wallace estaba preguntado por ella, que se comunicara en cuanto
llegara, lo que hizo preguntándole ésta por Hugo que le dijo que no
sabía nada que acababa de llegar, al subir a la recámara se percató que todo
estaba igual, como lo había dejado la noche anterior, que pensó que Hugo no había llegado a dormir, lo que
le informó a la señora Wallace, al
colgar escuchó que alguien entró percatándose que era Geazul novia de Hugo, quien iba llorosa, preguntándole por Hugo, que le dijo que éste estaba
desaparecido, que ésta subió a la recámara donde buscó recibos telefónicos,
agendas o papeles con números de teléfonos, pero no encontró nada, también
habló por teléfono preguntando si habían encontrado la camioneta Cherokee
blindada, después buscó en los cajones que estaban arriba del closet,
escuchando que decía aquí están las pistolas, no se las llevó, mostrándole como
tres pistolas, también bajó un fólder amarillo que estaba sobre una mesita,
diciéndole que era suyo al abrirlo vio que eran unos documentos como de diez
fojas; aproximadamente a las catorce horas con treinta minutos llegó Claudia la
hermana de Hugo, quien platicó con Geazul, después Claudia le ordenó que bajara
los teléfonos que se encontraban en las habitaciones los que conectó a la línea
de la oficina de Hugo, después se retiró, después la madre de Hugo le llamó
para decirle que no dejara entrar a la casa a nadie; el jueves trece de julio
de dos mil cinco, en la madrugada como a la una y media o dos de la mañana,
llegó la señora Wallace acompañada de su hermano Roberto, a quien le dijo que
ahí se quedara y en la mañana se fuera temprano, al retirarse éste le pidió una
gorra de Hugo y se retiró en su camioneta, después de ese día se fue a trabajar
para Claudia Wallace Miranda; durante la diligencia, después de haber escuchado la grabación que dice
“que onda, mira ando hasta la madre
güey, ya se que te fallé pero me vale verga, que, aquí puto, qué onda güey, mírame
aquí pistiendo güey, me vale verga, sabes que güey, sabes quién me jugó”,
reconoció la voz como la de Hugo Alberto
Wallace Miranda, ya que durante el tiempo que estuvo laborando para éste lo
escuchó hablar de esta forma cuando estaba con sus amigos, y esta era la forma
de expresarse. A preguntas de la representación social, contestó que
Rodolfo Munguía “N”, era la persona que hacía trabajos de electricidad en la
casa de Hugo; Mónica Salazar Pacheco, era amiga de Hugo; Karla Patricia Zamudio
Izquierdo alías “La Vampi”,
solo la vio una vez; Ricardo Gómez lo conoció como “El Chuky”, y era el primo de Geazul y amigo de Hugo, quien
lo frecuentaba; César Chávez, alías “El Gato”, lo vio una vez; que al tener a la
vista las fotografías reconoció a Hugo Alberto Wallace Miranda, al “Chaparro”,
“El Choky”
y “El Coby”
amigos de Hugo, a la “Vampi” la que dijo que hasta ese momento se enteró que se llama
Karla Patricia Zamudio Izquierdo; de igual forma reconoció a la persona del
sexo femenino blanca, como la misma que en una ocasión por la tarde, llegó a la
casa de Hugo, en compañía de “El Chaparro”, ya que al parecer Hugo le
ordenó que fuera por ella, con quien estuvo en la habitación donde les subió
una botella de vino y dos copas”.
Declaración de Vanesa Barcenas Diaz (Exnovia de Hugo A Wallace)
40.- Declaración de quince de noviembre de dos
mil cinco,
ante el agente del Ministerio Público de la Federación, de Vanesa Barcenas
Díaz, señaló: conocí a Hugo Alberto
Wallace Miranda cuando yo tenia siete años aproximadamente, esto con motivo de
que yo asistía como alumna a la escuela Aztlán, ubicada en prolongación
División del Norte, entre avenida de Las Brujas y Acoxpa, precisamente junto a
donde la señora Isabel Wallace tiene su empresa, en esa escuela yo cursé desde
maternal hasta la primaria y Hugo Alberto Wallace Miranda fue mi profesor de
ingles; la secundaria y preparatoria la curse en otra escuela, y debido a ello
deje de ver por aproximadamente seis años a Hugo Alberto. En abril de dos mil
cuatro, en alguna ocasión que llame por teléfono a mi madre Silvia Díaz López,
esta me comento que estaba con mi profesor de ingles, refiriéndose a Hugo
Alberto Wallace Miranda, e inclusive le paso el teléfono y hable con él por
algunos minutos, concertando inclusive una cita. Quiero aclarar que mi madre se
encontraba con él debido a que ella labora en una constructora y en ese momento
estaban tratando lo de la compraventa de una casa, que es precisamente en la
que habitaba Hugo Alberto, ubicada en calle Galeana número dieciocho,
colonia San Jerónimo Lídice, Delegación Magdalena Contreras; posteriormente
acudí a la cita y se inicio una relación de noviazgo que duró aproximadamente
hasta octubre de dos mil cuatro; al principio nuestra relación fue normal, con
sus respectivos enojos y reconciliaciones, posteriormente nuestra relación se
volvió muy tormentosa, ello debido a que no me gustaba la forma de vida de
Hugo, ya que a su edad estaba muy acostumbrado a tener una vida fácil y ligera
y yo no veía que quisiera tener una relación formal; de esta relación resulté
con un embarazo, lo cual hice de su conocimiento y se alegro mucho, por lo que
intuí que le agrado el hecho de que yo estuviera embarazada. Aproximadamente en
el mes de Octubre de dos mil cinco, decido terminar la relación, esto porque no
me gustaba su forma de vida, y en relación al embarazo, el me comentó que me
daría dinero para mantener a nuestro hijo; también en algunas ocasiones me
decía que dudaba de la paternidad de mi hijo, y también en algunas ocasiones me
sugirió continuar la relación, pero yo decidí ya no continuarla. La última vez
que vi a HUGO ALBERTO, fue aproximadamente a mediados de abril de dos mil
cinco, esto debido a que me llamo por teléfono y me invito a tomar un café, en
esa ocasión me propuso retomar nuestra relación, pero yo no acepte. Hace
aproximadamente mes y medio, me entere por voz de un arquitecto que participó
en la construcción de la casa donde vive HUGO, que este último estaba
desaparecido, por lo que considere que a lo mejor se había ido de viaje o
estaba con alguna mujer, esto lo considere porque durante mi relación con HUGO
ALBERTO WALLACE MIRANDA, este me comento que antes de estar conmigo tenia una
vida muy liviana, comentándome que en ocasiones se iba de viaje como de
aventura con sus amigos y que tardaban como quince días en regresar, esto lo
consideré debido a que no sabía desde cuando estaba desaparecido, pero ahora
que esta autoridad me informa que su desaparición data desde el once de julio
de dos mil cinco, considero que algo pudo haberle pasado. Quiero dejar
asentado, que cuando era novia de HUGO ALBERTO, este me comento que en alguna
ocasión había sufrido un intento de secuestro, sin darme más detalles, solo me
recomendó que me cuidara porque a través de mi lo podrían dañar, inclusive fue
por ese motivo que se compro la camioneta Cheroki blindada. También me comentó
que en alguna ocasión lo buscaban para detenerlo por narcotráfico, aduciendo
que era debido a una ropa que le enviaban, sin saber de donde, y que las
personas que le mandaban la ropa algo habían hecho, y HUGO ALBERTO me comento
que eso era como NARCOTRAFICO, y que por ese motivo estuvo huyendo por varios
estados del país, no me dio más detalles de esto, ni yo se los pregunte, pero
me dijo que ya se había retirado de todo eso y que lo había hecho por mi.
También, durante mi relación me percate que HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA tomaba
mucho; entre semana lo hacia una o dos veces por semana y casi todos los fines
de semana, pero no recuerdo que tipo de bebidas consumía, esto lo hacia en ocasiones
sólo, en su casa, o con sus amigos, también en su casa o fuera de ella, ya que
asistía mucho a fiestas y reuniones. Sus mejores amigos eran KARLA alias “LA
VAMPI”, “EL CHOKY”, “EL PUPPY”, su primo, del cual no recuerdo su nombre, hijo
de su tía MARTHA, IVAN y COCO, amigos del motociclismo, “EL CHAPARRO”, estos
eran muy cercanos a él. Quiero agregar que, en relación a mi embarazo,
resultado de mi relación con HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, a finales del mes de
diciembre de dos mil cinco, estando en mi domicilio sufrí una caída que afecto
mi salud, por lo cual mis padres me llevaron al hospital, sin saber a cual, y
cuando me dieron de alta me informaron que había sufrido un aborto, pero no se
más detalles de esto, ya que, como lo manifesté, fueron mis padres quienes me
llevaron al hospital. Por último quiero señalar que en el mes de enero de dos
mil cinco, sin recordar la fecha exacta, mi hermano Gerardo Barcenas Diaz, de
veintisiete años de edad, murió en un accidente automovilístico en la zona de
Santa Fe, en esta ciudad, pero nunca hemos asociado ese accidente con la
ruptura entre HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA y yo, pero quiero agregar que entre
ellos si se conocían y su relación fue buena pero muy limitada. Siendo todo lo
que tiene que declarar. Seguidamente, en uso de sus facultades, esta
Representación Social de la Federación interroga a la declarante al tenor de
las siguientes preguntas: PRIMERA.- QUE DIGA LA DECLARANTE SI CONOCE A LAS
PERSONAS DE NOMBRE 1.- JACOBO TAGLE DOBIN; 2.- NOEL MONTAÑO “EL CUBANO”; 3.-
JULIA CHAVEZ; 4.- ALFREDO ZANS; 5.- LIZBETH ALEJANDRA HERNÁNDEZ PÉREZ; 6.-
RODOLFO MUNGUIA; 7.- MONICA SALAZAR PACHECO; 8.-CARMEN ORTEGA BECERRA; 9.-
JUANA HILDA GONZÁLEZ LOMELÍ, y; 10.- JOSÉ GARCÍA SEPULVEDA. RESPUESTA:- SOLO
CONOZCO A RODOLFO MUNGUIA ESTO PORQUE LE VENDIA MUEBLES A HUGO ALBERTO Y
TAMBIÉN LE HACIA INSTALACIONES ELECTRICAS EN SU CASA; A MONICA SALAZAR ORTEGA,
NO LA CONOZCO FISICAMENTE, PERO EN ALGUNA OCASIÓN HABLE VÍA TELEFÓNICA CON ELLA
Y TAMBIÉN TENGO CONOCIMIENTO QUE ENTRE ELLA Y HUGO UNA RELACIÓN SENTIMENTAL
PROLONGADA. SEGUNDA.- QUE DIGA LA DECLARANTE SI HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA
CUENTA CON ALGÚN SEGURO DE VIDA O CONTRA SECUESTRO. RESPUESTA. NO LO SE.
TERCERA.- QUE DIGA LA DECLARANTE SI ELLA RESULTARIA CON ALGÚN BENEFICIO EN CASO
DE MUERTE DE HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA Y/O EN SU CASO DE DECLARACIÓN DE
AUSENCIA. RESPUESTA.- NO. CUARTA.- QUE DIGA LA DECLARANTE SI DE LA RELACIÓN QUE
TUVO CON HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA ADOPTARON A ALGÚN NIÑO. RESPUESTA.- NO.
QUINTA.- QUE DIGA LA DECLARANTE SI TIENE BIENES INMUEBLES, MUEBLES Y CUENTAS
BANCARIAS. RESPUESTA.- SOLO TENGO UNA CUENTA BANCARIA, ES DE CHEQUES, EN EL
BANCO HSBC, EN LA CUAL TENGO APROXIMADAMENTE CINCO MIL PESOS. SEXTA.- QUE DIGA
LA DECLARANTE SI, DURANTE SU RELACIÓN CON HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, ESTE
POSEIA MÁS DE UNA TARJETA DE CRÉDITO (PLÁSTICO). RESPUESTA.- NO SE SI TENIA MÁS
DE UNA, PERO PUEDO DECIR QUE AL MENOS UNA SI LA TENIA, ESTO PORQUE EN OCASIONES
PAGABA CON TARJETA Y EN OCASIONES PAGABA EN EFECTIVO. SEPTIMA.- QUE DIGA LA
DECLARANTE DE QUE NEGOCIOS ERA PROPIETARIO HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA.
RESPUESTA.- ROCHBUSTER (FUMIGADORA), DEJAVU (ACCESORIOS PARA MOTOCICLISMO, ESTA
SOBRE EL PERIFÉRICO NORTE, PERO IGNORO EL DOMICILIO EXACTO), SHOW CASE (EMPRESA
DE PUBLICIDAD) Y ERA DUEÑO DEL EQUIPO DE FUT BOL AMERICANO DE NOMBRE
“ESCORPIONES); ADEMÁS TENIA DOS AUTOMOVILES MERCEDES, UNO ROJO Y OTRO NEGRO,
UNA CAMIONETA BLINDADA, DOS MOTOCICLETAS HARLEY DAVIDSON. OCTAVA.- QUE DIGA LA
DECLARANTE SI ELLA AMENAZO, DE CUALQUIER MANERA, A HUGO ALBERTO WALLACE
MIRANDA. RESPUESTA.- NO. Siendo todo las preguntas que hace esta Representación
Social de la Federación.
Seguidamente, en Uso de la voz, la declarante sigue diciendo: Durante la
presente diligencia escuché el contenido de un casete, en la que se oye la voz
de una persona del sexo masculino que dice “QUE ONDA, MIRA ANDO HASTA LA MADRE
GUEY, YA SE QUE TE FALLE PERO ME VALE VERGA, QUE, AQUÍ PUTO, QUE ONDA GUEY,
MIRAME AQUÍ PISTIENDO GUEY, ME VALE VERGA, SABES QUE GUEY, SABES QUIEN ME
JUGÓ”, palabras que son como si esta persona estuviera hablando con otra,
porque inclusive se escucha que espera a que le contesten, pero la voz del
interlocutor no se escucha; por lo que después de escuchar, en repetidas
ocasiones y detenidamente esa conversación, manifiesto que reconozco plenamente
y sin temor a equivocarme la voz de la persona que dice “QUE ONDA, MIRA ANDO
HASTA LA MADRE GUEY, YA SE QUE TE FALLE PERO ME VALE VERGA, QUE, AQUÍ PUTO, QUE
ONDA GUEY, MIRAME AQUÍ PISTIENDO GUEY, ME VALE VERGA, SABES QUE GUEY, SABES
QUIEN ME JUGÓ”, como la voz de HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, ya que durante el
tiempo que duro la relación lo escuché muchas veces hablar cuando se
emborrachaba y él utilizaba esas palabras, además es su tono de voz y puedo asegurar
que es la voz de él, además HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, acostumbraba hablar
por dos teléfonos a la vez; HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA acostumbra traer
consigo dos teléfonos celulares…”.
Declaración de Rodolfo Munguia Lopez (trabajador y
amigo de Hugo A Wallace)
Declaración de dieciocho de noviembre de dos
mil cinco, ante el Agente del Ministerio Público de la Federación, de Rodolfo Munguía López, donde en lo
medular, señaló: “trabajó con Hugo Alberto Wallace
Miranda, instalándole cámaras de circuito cerrado dentro de la casa;
además, convivió con éste en algunas ocasiones, y quien le comentó que había
comprado la camioneta Cherokee, blindada, por seguridad ya que si alguien se le
cerraba, con la camioneta se abría paso y no pasaría nada, que la última vez
que vio a Hugo fue el cuatro al ocho de julio de dos mil cinco, en las oficina
de Calzada de las Brujas, casi esquina con Prolongación División del Norte, en
Coapa, que se presentó a la casa de Hugo Alberto el doce de julio de dos mil
cinco, para terminar de instalar las cámaras de video cerrado, pero ya no le
permitieron el acceso a la casa, siendo informado por Guadalupe Miranda que no
podía entrar a la casa, hasta nueva orden, que durante el tiempo que trabajó en
la casa de Hugo, conoció a Vanesa “N” “N”, con quien Hugo se iba a casar,
también llegó a ver en esa casa a Mónica “N” “N”, que se enteró por medio de un
arquitecto que conoce que Hugo Alberto lo habían secuestrado.
A preguntas del Representante Social de la Federación, dijo no reconocer a ninguna de las personas que le fueron mencionadas, que Hugo Alberto con su familia tenía una buena relación inclusive su mamá lo cuidaba demasiado; respecto a las fotografías que tuvo a la vista únicamente reconoció a Hugo Alberto Wallace Miranda y a Luis “N” “N” alías “El Chaparro”; que después de haber escuchado la grabación que dice “que onda, mira ando hasta la madre güey, ya se que te fallé pero me vale verga, que, aquí puto, qué onda güey, mírame aquí pistiendo güey, me vale verga, sabes que güey, sabes quién me jugó”, reconoció la voz como la de Hugo Alberto Wallace Miranda, ya que cuando éste se emborrachaba con sus amigos así hablaba”.
El dos de agosto de dos mil seis, ante esa potestad ratificó su anterior declaración y reconoció como suya la firma que obra en la misma; a preguntas que le formuló la entonces defensa particular de Juana Hilda González Lomelí, contestó: “1. Que diga el testigo, si puede especificar en relación con la negociación por la cantidad de sesenta mil pesos, a quién se refiere como la señora Wallace. Se Califica de legal. Respuesta. A la señora Isabel Wallace Miranda, madre de Hugo Alberto Wallace. 2. Que diga el testigo, si terminó el trabajo que inició en la casa de Hugo Alberto Wallace Miranda. Se Califica de legal. Respuesta. No se terminó, sino únicamente entregó un televisor el cual no se instaló, porque ya no tuvo acceso a la casa. 3. Que diga el testigo, en cuántas ocasiones escuchó el casette que contiene la voz de una persona del sexo masculino. Se Califica de legal. Respuesta. No lo recuerda, pero por lo menos fueron tres veces. 4. Que diga el testigo, si recuerda cómo era la audición del casette que escuchó. Se Califica de legal. Respuesta. No era la mejor, pero se escuchaba clara la voz”. A preguntas de la coadyuvante del agente del Ministerio Público de la Federación, expresó: “1. Que diga el testigo, si dentro del vocabulario de Hugo Alberto Wallace, utilizaba la palabra “pistiando”. Se Califica de legal. Respuesta. No puede especificarlo; cuando le pusieron la grabación reconoció el tono de voz, pero las palabras las desconoce y no las relaciona con Hugo Alberto Wallace por el significado de la palabra. 2. Que diga el testigo, cómo era el tono de voz del audio al que hace referencia. Se Califica de legal. Respuesta. Era un tono grave y con voz “rasposa”. 3. Que diga el testigo, en cuántas ocasiones vio “tomado” a Hugo Alberto Wallace. Se Califica de legal. Respuesta. En una ocasión, la cual refiere en su declaración”.
Ya la Sra Wallace, descarada - ya que 4 personas cercanas a Hugo dicen reconocerlo sin temor a equivocarse - publicó esta gráfica en Twitter para desmentir lo del teléfono de Hugo :
A preguntas del Representante Social de la Federación, dijo no reconocer a ninguna de las personas que le fueron mencionadas, que Hugo Alberto con su familia tenía una buena relación inclusive su mamá lo cuidaba demasiado; respecto a las fotografías que tuvo a la vista únicamente reconoció a Hugo Alberto Wallace Miranda y a Luis “N” “N” alías “El Chaparro”; que después de haber escuchado la grabación que dice “que onda, mira ando hasta la madre güey, ya se que te fallé pero me vale verga, que, aquí puto, qué onda güey, mírame aquí pistiendo güey, me vale verga, sabes que güey, sabes quién me jugó”, reconoció la voz como la de Hugo Alberto Wallace Miranda, ya que cuando éste se emborrachaba con sus amigos así hablaba”.
El dos de agosto de dos mil seis, ante esa potestad ratificó su anterior declaración y reconoció como suya la firma que obra en la misma; a preguntas que le formuló la entonces defensa particular de Juana Hilda González Lomelí, contestó: “1. Que diga el testigo, si puede especificar en relación con la negociación por la cantidad de sesenta mil pesos, a quién se refiere como la señora Wallace. Se Califica de legal. Respuesta. A la señora Isabel Wallace Miranda, madre de Hugo Alberto Wallace. 2. Que diga el testigo, si terminó el trabajo que inició en la casa de Hugo Alberto Wallace Miranda. Se Califica de legal. Respuesta. No se terminó, sino únicamente entregó un televisor el cual no se instaló, porque ya no tuvo acceso a la casa. 3. Que diga el testigo, en cuántas ocasiones escuchó el casette que contiene la voz de una persona del sexo masculino. Se Califica de legal. Respuesta. No lo recuerda, pero por lo menos fueron tres veces. 4. Que diga el testigo, si recuerda cómo era la audición del casette que escuchó. Se Califica de legal. Respuesta. No era la mejor, pero se escuchaba clara la voz”. A preguntas de la coadyuvante del agente del Ministerio Público de la Federación, expresó: “1. Que diga el testigo, si dentro del vocabulario de Hugo Alberto Wallace, utilizaba la palabra “pistiando”. Se Califica de legal. Respuesta. No puede especificarlo; cuando le pusieron la grabación reconoció el tono de voz, pero las palabras las desconoce y no las relaciona con Hugo Alberto Wallace por el significado de la palabra. 2. Que diga el testigo, cómo era el tono de voz del audio al que hace referencia. Se Califica de legal. Respuesta. Era un tono grave y con voz “rasposa”. 3. Que diga el testigo, en cuántas ocasiones vio “tomado” a Hugo Alberto Wallace. Se Califica de legal. Respuesta. En una ocasión, la cual refiere en su declaración”.
Ya la Sra Wallace, descarada - ya que 4 personas cercanas a Hugo dicen reconocerlo sin temor a equivocarse - publicó esta gráfica en Twitter para desmentir lo del teléfono de Hugo :
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